Muchas de las empresas que hoy componen este sector ‘biotech’ han nacido de una línea de investigación de una institución pública, ya que la colaboración y la transferencia es la forma más habitual de creación de compañías biotecnológicas.
Este miércoles 13 de marzo la Plataforma de Mercados Biotecnológicos ha compartido en Transfiere 2025 sus principales propuestas para impulsar la colaboración y la transferencia en el sector biotecnológico.
Muchas de las empresas que hoy componen este sector biotech han nacido de una línea de investigación de una institución pública, ya que la colaboración y la transferencia es la forma más habitual de creación de compañías biotecnológicas. En este sentido, la transmisión de derechos de propiedad industrial desde Organismos Públicos de Investigación, universidades públicas y entidades dependientes de la Administración General del Estado a las empresas privadas es uno de los mecanismos a través del cual se produce la transferencia tecnológica.
La I+D+I es el eje central del modelo de negocio de las empresas biotecnológicas cuyas disruptivas innovaciones, a pesar del significativo impacto en el bienestar social, económico y en la sostenibilidad del planeta, dependen de mercados muy regulados y complejos. Como consecuencia, las compañías biotecnológicas se caracterizan por largos ciclos de maduración y, por tanto, por tener que hacer frente a varios años de inversiones sin disponer de ingresos con los que financiarse, así como por un alto riesgo de fracaso por tratarse de desarrollos que se encuentran en la frontera de la ciencia.
Asimismo, las empresas con elevado endeudamiento son menos atractivas para los inversores y tienen mayores dificultades para obtener financiación privada. Por eso, las ayudas públicas son una de las vías de financiación clave para las compañías biotecnológicas. Un gran número de estas ayudas promueven la formación de consorcios público-privado con el fin de incentivar la colaboración entre el ámbito público y las compañías, mejorar su conexión, construir relaciones de confianza y poder así maximizar el impacto de la inversión en ciencia y desarrollo tecnológico y disminuir la incertidumbre de las innovaciones en sus etapas tempranas.
Esta fotografía revela una clara realidad: la colaboración continúa siendo uno de los grandes retos en nuestro sistema de ciencia e innovación. En el escenario actual en el que nos encontramos la Comisión Europea insta al aumento de la inversión en I+D, así como al refuerzo de los vínculos con el ecosistema científico con la meta de impulsar la productividad empresarial. Por su parte, la OECD recomienda recursos y marcos políticos más estables, apuntando a medidas como el rediseño de los sistemas de gobernanza, así como reequilibrar y armonizar los mecanismos de incentivos. Además, la OECD recomienda facilitar y coordinar el funcionamiento de diversos agentes intermediarios del conocimiento. Medidas orientadas a promover y apoyar las capacidades empresariales de innovación.
En base a lo expuesto, las propuestas que realizamos desde la Plataforma de Mercados Biotecnológicos para impulsar la colaboración en el sector son:
- Más y mejores instrumentos. Se requiere una modernización de nuestro sistema de ecosistema de innovación, así como un cambio cultural en las organizaciones. Los incentivos para crear más y mejores interacciones entre los sectores son fundamentales.
- Una regulación adecuada. Destacamos la importancia del “principio de solidaridad” en la Ley de Subvenciones, y observamos una excesiva burocracia en materia de convenios.
- En materia de incentivos consideramos que debe incentivarse a los investigadores y empresas para que colaboren, además de alinear los incentivos entre todos los actores.
- Con el objetivo de facilitar la interacción, tender puentes y construir confianza vemos positiva la creación de un espacio de trabajo conjunto, crear plataformas de colaboración en las que estén involucrados todos los actores.
- Es vital profesionalizar las actividades de transferencia de tecnología como las competencias necesarias para entender la oferta tecnológica y su gestión; así como las competencias que conozcan como se crea e impulsa un negocio de acompañamiento.
